Monólogos

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  1. Buffy GiRL
     
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    Pues sí Mikecito, pero una cosa es el sacrificio de animales por necesidad de alimentar a un ser humano y otra cosa SENTIR PLACER MALTRATANDOLOS y eso es lo que famosa "fiesta brava" significa y hace homenaje. En serio me parece muy ruin gozar y disfrutar con la lenta agonía y sufrimiento de un ser vivo. Que cobarde aquel que lo mata ante la indefensión y lo peor: sin haber NADA UTIL O VALIOSO QUE JUSTIFIQUE su violenta y lenta muerte.

    Como dijo un joven y polémico periodista aquí en Colombia: " aver si los que gustan de la fiesta brava disfrutarían los mismo si en lugar del toro, la que estuviera en el medio del ruedo desangrándose fuera laabuela, la tía o una hermana" Esta frase le costó muchas críticas, pero estoy 100% de acuerdo con ella.

    El animal es un ser vivo hecho y derecho que sufre y llora lo mismo que si a tí te mutilaran un miembro y te mataran a pedazos... es lo mismo.

    De verdad, esa falta de sensibilidad hacia los animales no la concibo, no la comprendo, no la entiendo y me da náuseas.

    Ese es mi pensamiento al respecto.


    Pero bueno, como dices tú, que siga el hilo con su tema original ...
     
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  2. hotbabe
     
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    No quiero ser aguafiestas pero a mi tampoco me gustan la corridas de toros ni las peleas de gallos ni las peleas de perros.
     
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  3. -Naranja Mecánica-
     
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    QUOTE (mike2 @ 28/10/2006, 22:26)
    asi es mi estima buffy, de hecho el tema es para polemizar, a ver si naranja no se aguita porque le descompongo el hilo

    No mi buen Mike, despreocupese, es un tema claramente para debatir pero no es ningun problema en que hayan discutido esto en mi hilo, respecto a la fiesta brava a mi tampoco me gusta admirar ver como matan a un pobre animal, es mas aparte de la crueldad se me hace de lo mas aburrido.

    Esperamos pronto tu soliloquio...

    ******************************************************
    Cuando nos enamoramos


    Buenas noches. Quiero hablarles del amor, porque viniendo para acá me he encontrado a un amigo que se ha enamorado locamente, y está imbécil perdido.

    Esto me ha hecho plantearme algunas cosas: ¿Ustedes no creen que debería existir una baja laboral por enamoramiento? ¿Acaso no te dan la baja cuando tienes depresión o cuando tienes estrés? Pues yo creo que si tú vas al médico y le enseñas un folio en el que has escrito cien veces “quiero a Marisa, quiero a Marisa, quiero a Marisa”, está claro que estás enfermo y así no se puede trabajar.

    Cuando estás enamorado no es sólo que te comportas como un idiota. Es que además piensas que eres especial, que las cosas que haces no las hace nadie más en el mundo. Aunque en realidad lo que haces es repetir las mismas tonterías que hacen todos los enamorados.

    Por ejemplo: el teléfono se convierte en el centro de tu vida, lo descuelgas cada cinco minutos para comprobar que hay línea. ¿Pero qué te crees? ¿Que te van a cortar la línea justo en el momento en el que te tiene que llamar ella? Hombre, los de Telefónica tienen mala leche, pero no tanto.

    Cuando por fin te llama te da un vuelco el corazón y te dispones a tener una conversación muy profunda:

    - ¿Qué haces?
    - Nada.

    Y así, dos horas de conversación profunda y otras dos para colgar:

    - Bueno, pues cuelga.
    - No, cuelga tú.
    - Tú primero.
    - No, tú.
    - Contamos tres y colgamos los dos a la vez.
    - Uno, dos y tres.
    Y si cuelga ella, te quedas jodido y piensas que tú la quieres más. Y la vuelves a llamar:

    - Oye, me has colgado.
    - ¿Pero no has dicho que contáramos hasta tres?
    - Sí, pero no tan rápido.

    Todo cambia cuando estás enamorado. Tu escala de valores varía radicalmente. Por ejemplo, antes, el domingo se lo dedicabas al fútbol. Ahora te vas a comer con ella y la sobremesa se prolonga. Tú la miras, ella te mira, la coges de la mano, las seis de la tarde. Pero, por mucho que la quieras, eres un hombre. Y hay un momento en el no puedes más y te levantas: “Voy al servicio. No te vayas ¿eh?”

    Y en cuanto no te vea , agarras al camarero y le dices “¿Eh, como va el Madrid tío?” Y con eso te quedas, porque cuando llegas al coche no puedes poner Carrusel Deportivo. No señor, estás enamorado. Hay que poner musiquita romántica. Una cinta que te has grabado especialmente para esa noche y que en un alarde de originalidad le has puesto el título de “Lentas”.

    Por cierto, el coche es uno de los sitios donde más se nota lo tonto que te has vuelto con esto del amor, porque por primera vez, en lugar de desear que se ponga en verde, quieres que cambien a rojo para darle un beso: “Uy rojo, muá”.

    Tampoco te importa que te piten cuando se pone verde, porque te sientes superior. Le haces una sonrisita a tu pareja y sigues. Y no te queda más remedio que volverte fino. Cuando estás enamorado practicas mucho el conocido deporte de aguantarte los pedos. ¡Pedos delante de ella ni uno! Ni en el cuarto de baño, ni en la cama, ni en ningún sitio. Y en cuanto bajas a la calle y te diriges al coche. “Brrrrrr”. Vas a propulsión.

    Cuando estás enamorado te comportas como un imbécil ya desde el primer momento en que la ves. Por ejemplo, si te enamoras de una chica en la biblioteca, en seguida se pone en marcha el juego de las miraditas…

    Lees una línea, y la miras, pasas la página, y la miras, buscas un pañuelo, y la miras, te suenas los mocos y la miras… Y a veces, sencillamente la miras… Y es que no te atreves a acercarte… Te puedes tirar meses buscando esa frase que hará que ella caiga rendida a tus pies. Un día, por fin, la encuentras…: “Me acercaré y le diré…: Perdona ¿Te importaría no ser tan guapa, es que no puedo concentrarme en el libro”. Entonces te levantas, vas hacia ella… pero cuando te acercas sólo eres capaz de decir: “¿Me dejas un boli? Es que se me ha gastado”. Si te enamoras de una chica de fuera al separaros prometéis escribiros; y ella ya lo creo que te escribe. ¡Cartas de diez folios!… Pero te cuenta cosas de su vida en Ourense que a ti no te interesan para nada…

    “Hola Paco, estoy en Ourense, está lloviendo… Acabo de llegar de clase de inglés, y estoy más aburrida… aunque el profesor es muy majo, es canadiense y lleva gafas” ¿Y a mi qué? Y de repente te pone: “Paco, tengo que dejar de escribir porque llegó mi madre” Y en la línea de abajo “Ya he vuelto, como te iba diciendo, lleva gafas…” Pues vale…

    Sin embargo, nosotros cuando escribimos una carta vamos al grano: “Hola Petra: estoy caliente. Atentamente Gabino”. Y ya está.

    En fin, que me voy a pedir la baja porque he visto a una chica en la tercera fila y creo que estoy empezando a enfermar. Buenas noches.
     
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  4. canibal04
     
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    QUOTE (hotbabe @ 28/10/2006, 06:32)
    Tengo entendido que ese espectáculo está prohibido con excepción de en España y México ¿hay otros países en donde haya corridas?

    MI PA
     
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  5. mike2
     
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    tarde pero lo encontre!

    Soliloquio de un toro viejo
    de Andres Z. Barba
    interpretado por Vicente Fernandez

    (canción popular)

    Soy un toro destacado
    que vive solo,
    apartado en una cañada
    en el fondo, amogotado
    en lo hondo de escondida encrucijada.

    Ya no significo nada
    me aparto de mis rediles,
    se han tornado mis abriles
    en un riguroso invierno.

    Ya no mujo, ya no cuerno
    ya se me agotó el coraje
    medroso voy al aguaje
    acobardado, menos como.

    Ya no me echo arcilla al lomo
    rascándola de la tierra,
    bramando y pidiendo guerra
    y rabiando de fatiga,
    untándome de buñiga todita la palomilla
    ya no vale ni cuartilla
    aquél que fuera ejemplar
    aquí, y en cualquier lugar.

    Yo varias plazas cubrí
    a mil jinetes tumbé.
    Con la capa acometí
    y con la pica topé.

    Varias reatas reventé
    de las trancas me burlé
    los lienzos no respeté
    y a donde quiera que fuí
    muy buena fama senté.

    La vaca que galanteara
    para ponerla en calor
    no hubo otro toro mejor
    que disputármela osara.

    Por tener grueso el morrillo
    y mis cuernos tan puntales
    los vacunos sementales
    me declararon Caudillo.

    Mis amos me presumían
    los vaqueros me temían
    quienes mi fama admiraron
    en corridos lo cantaron.

    Nadie me trataba mal
    pasé de ser buen semental
    produje apreciables crías,
    y el que pasara sus días
    tan arrogante y ladino
    de pelo brillante y fino
    tan altivo, infatigable
    esgrimiendo siempre el sable
    con destreza y con valor
    como el mejor gladiador,
    ahora se espanta si ladra un perro.

    Me reta cualquier becerro
    y a ese reto rehuyo
    ya se acabó mi orgullo
    perdí aquella vanidad
    que nunca fué necedad
    y a fuerza de hacer alarde
    cuando allá de tarde en tarde
    siento que el cuerpo me pide
    poner una vaca en gesta
    la requiero y me detesta
    y con desdén me despide,
    sintiéndose hasta molesta.

    El tiempo inexorable
    no da vigor perdurable.

    Mis astas se resecaron
    mis pitones se astillaron
    aunque en rico pasto agosto
    cada día soy más angosto
    inútil, menos pesado
    ya me siento muy cansado
    y con dificultad camino
    más clama mi destino,
    un detalle siempre grato;
    ver pendiente mi retrato
    y con gran satisfacción
    en mi generación
    de tal placer no me privo
    es mi único lenitivo
    con satisfacción lo digo
    y por ello, a Dios bendigo.

    Cuando apartan las vaquillas
    blancas, pintas, aguilillas
    propias para el apareo
    tan robustas y coquetas
    melancólico las veo,
    y me relamo las jetas
    en ellas mis ojos fijo
    admitiendo en mis secretos
    que las fecunden mis hijos,
    mientras que crecen mis nietos.

    Ahora en tiempos fríos
    recorriendo los vaqueros
    toditos los criaderos,
    a unos compañeros míos
    cortaron de sus vacadas
    condujeron al corral
    allí dijo el caporal:
    que por tanto haber vivido
    no cumplen su cometido,
    procedamos a castrarlos,
    a la engorda incorporarlos,
    y antes de los fríos de enero,
    mandarlos al matadero.

    Y con ellos me acotejo
    soy de su edad, o más viejo
    de escapar no encuentro medio
    y no tengo mas remedio
    que correr la misma suerte
    “castración, engorda y muerte”.

    Por ello es que escabullido,
    vivo solo, apartado,
    metido en una cañada
    en el fondo amogotado
    en lo hondo de escondida encrucijada
    cortado de mi vacada
    y pidiendo al Supremo Ser
    ya que eterno no he de ser
    no permita que me humillen,
    a mí, que no me anovillen
    aunque vaya al matadero
    yo prefiero en mis mogotes
    ser pasto de zopilotes
    pero sí, morir entero.

    Es mi caso y con prudencia,
    juzgo con resignación
    mala la comparación,
    pero poca, muy poca
    la diferencia.



    escrito por un humano, pero al igual que aquel al saber cual es su suerte, prefiere morir entero y si es posible, con la adrenalina al 100%, peleando....aunque no por su vida, pero igual peleando!

    pd: es solo para terminar lo que inicie antes, ya se que puede herir suceptibilidades, pero es solo una analogia de un animal noble con otro animal que no lo es tanto!
     
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  6. hotbabe
     
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    Un día decides ir de compras y...

    16:30
    Haces una lista en casa: Cerveza, güisqui, coca-cola para el güisqui, frutos secos para el güisqui, ginebra por si se acaba el güisqui, en fin, lo impres-cindible si eres hombre. Y añades algunos lujos asiáticos: café, galletitas, es-puma de afeitar, cuchillas. Y como no te acuerdas de más, decides improvisar el resto.

    17:00 No le des más vueltas, la cagarás. Por mucho que pienses: es final de mes... nadie tiene un duro. Sábado, 5 de la tarde todo el mundo debe estar durmiendo la siesta. Te decides y vas al Hiper. Da igual, "Pyca", "Incon-tinente", "Altrapo", todos son iguales. Ya en las inmediaciones del centro hay un atasco del carajo. Cientos de miles de gilipollas han pensado como tu...

    Aguardas la cola hasta llegar al parking, Ni un puto sitio para aparcar. De pronto, cuando estás a punto de marcharte, ves una maruja que se dirige a su coche. Frenas en seco y te dices para ti: "Ni el séptimo de caballería me mue-ve de aquí". Eso sí, la maruja no tiene prisa. Tranquilamente abre el portón del auto y comienza a meter las bolsas una a una, revisando su interior, como si no fuera su compra, como si le extrañara ver el paquete de garbanzos ahí. Tu tensión nerviosa está subiendo. La maruja por fin, después de buscar durante 10 minutos en el bolso las llaves del coche, abre y entra. Oyes como rasca la caja de cambios al intentar meter la marcha atrás. Piensas que si fueras su marido, lo que hubieras hecho. Al final se encienden las luces de marcha atrás. No te hagas ilusiones, se le cala el coche. Y vuelta a empezar. Punto muerto. Se asegura moviendo dieciséis veces la palanca como si tuviera la polla del marido entre las manos... Al fin sale y entras tu.

    17:45 ...Te dices bueno lo peor ya ha pasado, respiras y te calmas. De pronto ¡¡¡ ME CAGO EN LA LECHEE !!!: No tienes monedas de veinte duros para coger el puto carrito. Estás a un huevo de la caja central. Si alguien pusiera un negocio de préstamo de monedas se forraba; estarías dispuesto a pagar intereses del 200% y garantizarías la póliza con tu vida si fuera necesario.

    17:55 Ya tienes 10 monedas de veinte duros (jodiéndote los bolsillos) pero ahora en las inmediaciones de la puerta no hay carritos. Te recorres otra vez las diez hectáreas de parking buscándolo. La tensión arterial se te pone en 20-14. Albricias, uno para ti solito. Lo coges y mientras vuelves al interior del centro te cuestionas: ¿Por qué todos los carritos tienen una hoja de lechuga? ¿Es que hay un grupo de empleados que las va colocando por la mañana, una a una? Cuando no es temporada de lechuga, ¿de donde las importan? ¿contribuye esto al aumento de la inflación y el déficit comercial?. Mas cuestiones: ¿Por qué siempre te toca un carrito con las ruedas jodidas? ¿No sería mejor reciclar el grupo de empleados lechugadores a mecánicos reparadores de carritos?

    18:15 Bueno, estamos dentro. Mientras te diriges a tu destino, te asalta una patinadora que te ofrece la tarjeta de crédito del Hiper. La patinadora está buena, no, está buenísima. "Señor le voy a comentar las muchísimas ventajas de nuestra tarjeta, bla, bla... No le quitas ojo a las tetas, ...bla, bla,... sólo un 2% de interés. Preguntas: ¿anual?... La pobre que todo lo que tiene de buena lo tiene de boba, contesta: "Sí, no, no sé, pero me parece que 2% al mes". Para despedirte le dices: Vamos que con comisiones, te sale un TAE del 25% por lo menos.

    Para continuar, la megafonía mono-fidelity atrona con La Macarena. De vez en cuando una voz monótona y anodina, como la de MacDonald pidiendo una cheeseburger, interrumpe para lanzar una oferta. El sonido es tan malo que oyes: Yo te follo y tu me tocas las tetas.. En realidad, la voz ha dicho: muslos de pollo a quinientas pesetas.

    Ahora es cuando de verdad empieza tu calvario. Los pasillos están atestados; ¿porqué las mujeres dejan el carro en medio del pasillo mientras se va buscar productos 200 metros mas allá? Siempre hay marujas con su chándal y sus tacones (arreglás pero informal) con un culo tan gordo que obturan el tráfico.

    Es una jungla. No hay reglas. Nadie cede el paso. No existen semáforos, ni señales. Una vieja gorda que va detrás tuya, te ha golpeado ya tres veces con las defensas metálicas del carro en los tobillos. La miras con los ojos inyectados en sangre, pero la muy jodida ni siquiera se da por aludida. Hay familias que han venido al completo para comprar: La María que estudia cada artículo detenidamente, lo compara con la competencia, lo sopesa, analiza ingredientes, fechas de envasado, caducidad, precios, etc. etc. ¿Pero qué cojones mira? Es que está preparando una OPA hostil a una empresa de hidrocarburos? ¿Va a realizar una inversión en el mercado de opciones y futuros?... Gilipollas de mierda, sólo es un paquete de macarrones. El marido, cara de culo estreñido, está a punto de soltarle la tercera hostia al niño de 6 años que lleva tres horas llorando por un chocolate que regala cromos de Pokemon. La hija mayor, de 18 años, lleva unos pantalones negros talla 48 a punto de estallar. Un top que apenas contienen unas desproporcionadas tetas y dejan ver un ombligo perdido entre michelines flácidos. Para más colmo, no deja de aconsejar a la madre: Compra los macarrones con salvado que son dietéticos y activan la eliminación .

    A ti si que te eliminaba yo, y a tu padre, y a tu hermano y a la madre que te pa-rió y a... De pronto comprendes por qué en EE.UU. la gente se compra un rifle de asalto, entra en un sitio de estos y organiza una carnicería. Por megafonía oyes: En oportunidades, entre todos se la mamamos bien mamá. Después de alucinar con la oportunidad, comprendes que han dicho: En oportunidades, vestidos rebajados de pre-mamá

    19:20 Estás sudando, jadeas, tienes los riñones al jerez de tanto luchar con el carro. ¿Es que tienen vida propia? ¡Si es que toman su propias decisiones!. Tu quieres ir a la derecha, él se empecina en girar a la izquierda. Consientes, vas a la izquierda, total tenía que ir a la sección de café e infusiones. De pronto cambia de opinión y se para. No quiere andar el muy cabrón. Empujas y lo consigues, pero esta vez se escora a la derecha. Embistes la góndola de las compresas y caen varios paquetes de compresas con alas. A quien pueda leer esto: ¡Por amor de Dios, arreglen los carros! ¡Se lo suplico!.

    19:30 Ya has comprado casi todo. ¡Ah te falta la sal!... Alguien puede decirme que mente retorcida decide la ubicación de la sal en un Hiper. ¿Pero dónde cojones está?. Además, no hay personal del Hiper a quien preguntar, esto es un selfservice que significa: búscate la vida mamón. Debería haber una sección para hombres: En los estantes de arriba el güisqui, debajo coca-cola, tercer estante frutos secos y a ras de suelo: la sal, pepinillos y papel higiénico. ¡Joder, que es muy sencillo!.

    19:50 Has terminado, o eso creías. Te diriges a caja. 89 cajas todas repletas. Llevas 14 artículos por lo tanto no puedes ir a una caja rápida. Te preguntas, el pack de 6 latas de coca-cola ¿cuenta como uno o como seis? La caja de palillos ¿como una o como cien? La botella de güisqui, ¿como una o como 14 cubatas? Te pones a la cola de la número 64 y esperas. La cajera es tan lenta que cazando caracoles se le escaparían todos por velocidad. Tu presión sanguínea no da para más. Eres como una olla exprés a punto de explotar. La señora que está pasando los artículos en ese momento, vuelve a mirar con asombro cada uno, como si ella no los hubiera puesto ahí.

    La que está justo delante tuya, te dice: Oiga joven, ¿Podría vigilarme un momento la compra, que he olvidado el perejil?. .... Y se va antes de que hayas tenido tiempo de abrir la boca. La cajera se queda sin cambio. Nos quedamos todos quietos esperando a otra patinadora, que está para romperle el culo, que traiga el cambio. Siguiente cliente y la del perejil sin aparecer. Al nuevo cliente no le funciona la tarjeta, o no hay línea, yo que sé. Prueba con otra tarjeta. Mientras piensas: El partido de fútbol debe estar cerca del descanso, a ver si llego para ver la 2º parte. Y la del perejil sin aparecer. Finalmente tienes que empujar tu mismo el carro de la señora del perejil y aproximarlo a la caja y esperas a que aparezca. Detrás tuyo empiezan a protestar y has oído que te han llamado gilipollas por no saltarte el turno.

    Piensas que si hubiera una sección de armería te comprabas una kalasnikov y después de vaciar el cargador te ibas a quedar la mar de relajado. Llega por fin y no solo trae el perejil, viene con las manos llenas de paquetes. Esperas. Esperas más. Por fin, tu turno. La cajera no deja de mascar chicle. Vaya por Dios, el paquete de papel higiénico tiene mal el código de barras y debe llamar a caja central para consultar el precio. Miras para atrás y ves odio en la mirada de todos los que están en tu cola. Sientes vergüenza.

    Pagas y mientras sales oyes nuevamente por megafonía: Te froto el cipote y hasta las nalgas.. O estás obsesionado con el tema, o tienes un oído capri-choso. Mientras te acercas a tu coche, que lo dejaste a tomar por culo, intuyes que el mensaje decía: En oferta, un bote de anti-algas... Joerrrrrrr... ¿me han robado el coche o no lo encuentro?
     
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  7. mike2
     
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    jajaja! me hace recordar algunas circunstancias propias...y claro nunca falta una mujer asi..lenta de arranque!
    llegas al super market, compras cerveza, vino, sodas, papitas etc, y cuando estas en linea para pagar...revisas tu cartera, mhh seran como 50 dolares, entonces con 60 o un billete de a cien basta y sobra!
    pero adelante de ti esta una mujer con el carrito lleno, y que aparte reclama cada precio como si no lo hubiera visto marcado ya en el articulo y luego dice...este no me lo llevo...cuando por fin termina y le dicen la cuenta...hasta entoces abre su bolsa, saca la cartera, saca unos billetes, luego saca otra bolsita mas pequeña donde trae monedas, luego no termina de completar el costo, rebusca en su bolso grande...y encuentra una billetera diferente y entonces pide que le regresen lo antes dado y paga...POR FIN..
    LE DAN EL CAMBIO...Y...............
    acomoda los billetes de baja denominacion en la cartera, luego las monedas en la bolsa pequeña y......despues todo el procedimiento al revez...a guardar todo en su enorme bolsa de mano...hasta entonces se retira del lugar y permite paso al siguiente comprador.....
    por dios...si es tan facil llevar la cuenta mental, 2+2=4 no falla!
     
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  8. enlasnubes
     
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    Hay una pregunta que todos los padres se han hecho alguna vez:

    "¿Qué hacen nuestros hijos cuando salen de marcha?".

    Y no me extraña, porque cuando los hijos salen por la puerta les dicen: --¿A dónde vas, hijo?
    Y el hijo: --Pues... Por ahí.
    --¿Y con quién?
    --Pues... con una gente.
    --¿Y qué vais a hacer?
    --Pues... dar una vuelta.

    ¿Y saben por qué los hijos son tan inconcretos? Pues por una gran verdad que todos los jóvenes saben, pero ninguno se atreve a reconocer. Y como yo esto de la juventud lo estoy dejando, me da igual y lo digo: el 99,95% de las veces que sales de marcha es un coñazo.

    ¿Pero por qué seguimos saliendo?

    Pues porque siempre pensamos: "¿Si no salgo... y luego pasa algo emocionante...? Y, sobre todo, ¿y si ligo?". Sí, porque no falla: basta que un día no salgas, para que te digan tus amigos: --¡Tío! ¡Ayer fue la leche...! Acabamos con unas finlandesas bailando en un tren de lavado.

    Y tú pensando: "Joder, y yo como un imbécil en casa viendo el programa del Moreno... que me lo podría haber grabado". Así que, claro, el sábado siguiente, aunque pienses que va a ser un rollo, sales. Y esto es lo que realmente ocurre en casi todas las noches de marcha:

    Diez de la noche. Quedas con toda la peña para cenar. Y siempre elige restaurante un tío al que yo llamo El Scotex. Sí,porque es uno que se ha aprendido el truco de cenar en restaurantes caros y pagar a escote, es un chollo... y aprovecha para pedir lo más caro. Lo malo es que, para evitar que te time, te picas: ¿qué pide bistec? Tú, solomillo. ¿Qué pide gambas? Tú, centollo.

    Y cuando llega el postre estás tan lleno, que te tomarías un cafelito, y ya está, pero El Scotex dice:
    --Para mí una tarta de chocolate con salsa de frambuesa y láminas de menta.

    Y tú piensas: "Joder, me va a salir el cafelitoo a 1.500 pelas".
    --¡Pues a mí una mouse... de jamón ibérico... y láminas de menta!

    Al final el cafelito te sale por 6.000. ¡Que se joda! Doce de la noche.
    Acaba la cena. Y siempre me surge la misma pregunta: ¿por qué no se decide el sitio adonde ir a tomar la copa durante la cena? Pues no, hay que decidirlo en la calle, muerto de frío:
    --¿Y si vamos a Pingo's?
    --Uy, no, Pingo's no, que estará hasta arriba.
    --Bueno, ¿y si vamos a Funchi's?
    --Noo, Funchi's no, que la música es muy mala...

    ¿Y al final cómo se resuelve esto? Pues como siempre, con indefinición.
    De repente alguien tiene una idea brillante: --Oye, vamos al centro y allí vemos...

    Y esta frase es mágica, convence a todo el mundo (Yo creo que por eso el PP la copió): "Oye, vamos al centro y allí veremos...".

    Una de la mañana.
    Llegas al centro y hay que encontrar aparcamiento.

    Y vale cualquier sitio con tal de que quepa el coche: en un vado, encima de la acera, dentro de un contenedor... Y por primera vez en toda la noche, sientes que estás de marcha. Sí, porque tienes que andar cuatro kilómetros desde donde aparcas hasta la discoteca. Las dos menos cuarto. Por fin llegas, y ya, tranquilamente, puedes... ponerte a hacer cola. Las colas de las discotecas son las únicas que haces sin saber si al final te van a dejar entrar.

    ¿Se imaginan hacer cola en la frutería y que al final no te vendieran los kiwis? "No, a usted no le vendo kiwis, que lleva calcetines blancos, ¡el siguiente!". Pero si tienes suerte, a las dos y cuarto consigues entrar.

    Y pasas de la marcha al rafting. Sí, porque en las discotecas, la gente se organiza en riachuelos. Y tú te colocas en uno, pensando que va a la barra y de pronto te ves en la puerta del baño: ¡mierda! Y ves que todos tus amigos han cogido el que va a la barra. Así que intentas avanzar contra corriente, pero no puedes... y les gritas:
    --¡Voy al baño pero no os movááááis de ahíííí!

    Pero no cuentas con que las discotecas tienen una capacidad de movimiento propia, como las mareas. Y cuando por fin llegas a la barra, tus amigos han sido trasladados a veinte metros. Y en ese momento empiezas a acordarte de lo bien que se está en tu camita... pero vuelves a caer en la trampa: no me voy, que deben de estar a punto de aparecer las finlandesas con una ficha para el tren de lavado.

    Así que continúas la expedición, y después de media hora consigues llegar hasta ellos, con la copa en lo alto, como si fuera un trofeo, y te dicen:
    --Bébete eso rápido, que nos vamos a otro sitio.
    --¡¿A otro sitio?!
    --Sí, ¿a dónde te apetece a ti?
    --A mí, con lo que me ha costado conseguir la copa, ¡A la Cibeles a celebrarlo!

    Pero salta uno:
    --Vamos a Cunclis: cierra a las 10 de la mañana.

    Así que después de estar toda la noche por ahí, sudando, bebiendo y fumando, acabas en un sitio lleno de gente sudada, bebida y fumada.
    Sí, porque no es muy difícil saber qué tipo de gente vamos a un sitio que cierra a las 10 de la mañana: los que no hemos pillado en toda la noche y vamos pensando: "Me quedan dos horas para pillar, voy a machete. Me vale lo que sea, si pesa más de 30 kilos y se mueve... Ahora, si es aquí donde pillaron mis colegas a las finlandesas, no me extraña que las llevaran al tren de lavado".

    Al final sales de allí a las 10 de la mañana, sin haberte comido nada. Y de pronto ves en la puerta... un puesto de bocatas de jamón. Que no es ibérico, que no es de bellota. Yo creo que ni siquiera es jamón, pero a esa hora te comerías un guarda jurado.

    En fin, que si no sabían lo que es salir de marcha, yo se lo resumo:

    Dos horas peleándote con El Scotex, media hora discutiendo con tus amigos, hora y media aparcando, 45 minutos caminando, hora y veinte haciendo cola, y media hora vomitando.

    Hasta la próxima que nos veamos de marcha!!!
     
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  9. mike2
     
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    lo planeado casi nunca resulta...la improvizacion es el arte de paserlo bien sin importar si esta bien o no!
    todo con exeso nada con medida!

    se escribe improbizacion como diablos se escribira que no me gusta de ninguna forma!
     
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  10. sunrei
     
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    Le llaman la "crisis del cuarto de vida". Te encuentras a ti mismo desafanandote de la multitud Mas que en cualquier otro momento de tu vida. Te empiezas a dar cuenta de que hay un montón de cosas sobre ti de las que no sabias y que quizá no te gusten. Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas donde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estas ahorita.



    Te empiezas a dar cuenta que algunas personas son egoístas y que a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido y que la gente con las que has perdido contacto resultan ser amigos de los mas importantes para ti. De lo que no te das cuenta es que algunos de los amigos de los que te has alejado se están dando cuenta de lo mismo y que la mayoría de ellos no son malos o deshonestos realmente, pero están tan confundidos como tu. Ves tu trabajo y quizá no este ni un poco cerca a lo que pensabas que estarías haciendo, o Quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo. Y extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo. Te empiezas a entender a ti mismo y sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven mas fuertes.



    Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco mas de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es. Te sientes seguro y luego inseguro. Ríes y lloras con la mas grande fuerza de tu vida. A veces te sientes genial e invencible y otras, solo y con miedo y confundido. De repente el cambio es el enemigo y tratas de aferrarte al pasado, pero pronto te das cuenta que el pasado cada vez se aleja mas y mas y que no hay mas que hacer que quedarte donde estas o seguir avanzando.



    Te rompen el corazón y te preguntas como alguien a quien amaste tanto te pudo hacer tanto daño. O quizá te acuestes por las noches y te preguntes por que es que no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor (y si la acabas de conocer te niegas a que te conozca como eres). Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido. Y pareciera como si todos los que conoces empiezan a casarse, y quizá tu también ames realmente a alguien también, pero simplemente no estas seguro si estas listo para

    comprometerse por el resto de tu vida aun. Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas simplemente porque no terminas de tomar una decisión.



    Te preocupas por prestamos y dinero y el futuro y por hacer una vida para ti. Y mientras ganar la carrera seria grandioso, ahorita tan solo

    quisieras estar compitiendo en ella. Lo que puede que no te des cuenta es que todos lo que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Somos nuestros mejores momentos y nuestros peores momentos, tratando de descifrar esto lo mejor que podemos. Envíale esto a tus amigos de veintitantos... quizá le ayude a alguien a darse cuenta que no esta solo entre tanta confusión...



    Aun así!!! no los cambiamos (verdad), es una de las mejores etapas de nuestras vidas
     
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24 replies since 22/10/2006, 10:41   649 views
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